El Museo Tumbas Reales de Sipán, como pocas
instituciones, tiene su origen en un proyecto de investigación arqueológica,
que permitió recuperar científicamente uno de los más importantes tesoros
culturales del antiguo Perú, brindando la oportunidad de presentar
museográficamente bienes culturales contextualizados y tratados bajo un
concepto temático unitario.
A partir del descubrimiento de las Tumbas Reales de Sipán en el año 1987 y
durante el proceso de registrar otros entierros de la realeza Mochica, los
investigadores se plantearon la obligación y compromiso prioritario, de
concebir y planificar un museo que conserve, investigue, exhiba y difunda
este legado cultural, Debiendo también asumir esta nueva institución un
importante liderazgo en la continuidad de las investigación arqueológicas en
la región.
Debido al impacto mundial del descubrimiento, la edificación requería una
necesaria monumentalidad arquitectónica, funcionalidad en el diseño de cada uno
de sus espacios y la elaboración de un novedoso diseño museográfico donde se
mezclen en adecuado equilibrio sobriedad, didáctica y espectacularidad. Es
decir el museo debería planificarse como un proyecto de gran envergadura que
presente dignamente esta herencia cultural.
Inicialmente el proyecto había sido pensado como una sala adicional o un
edificio anexo al tradicional Museo Arqueológico Brüning, institución que ya
existía en Lambayeque desde hace más de medio siglo y en su nuevo local desde
el año 1966. La magnitud de los descubrimientos de Sipán, su importancia y
proyecciones, evidentemente desbordarían en poco tiempo las instalaciones de
este museo.
Se asumió entonces el reto de proponer y gestionar la planificación y
construcción de un edificio propio que asumiendo una arquitectura original y
de personalidad nacional, permitiera albergar los materiales y la información
recuperada en una museografía innovadora para presentar espléndida y
didácticamente estos descubrimientos arqueológicos. El proyecto inicial y su
evolución fueron responsabilidad del arquitecto Celso Prado Pastor y Walter
Alva, con el apoyo y gestión de Susana Meneses y Quirino Olivera.
El 08 de noviembre del 2002, el museo fue inaugurado por el Presidente del
Perú, iniciando así su etapa de funcionamiento al servicio de la ciencia,
cultura y el turismo, constituyéndose en una institución de proyección a la
comunidad, como centro de investigación, conservación y difusión.
El camino recorrido para hacer realidad esta obra fue difícil y algunas veces
incomprendido, las propuestas iniciales fueron estimadas como utópicas o
exageradas para un país que normalmente destina escasos recursos a proyectos
culturales. Las observaciones burocráticas capitalinas ponían en duda el
auto-sostenimiento de un museo de tales características en provincia, como
para avalar una inversión pública significativa. Un trabajo de más de diez
años en gestión y negociaciones captó recursos de las exhibiciones en el
exterior y Lima, la capital del Perú, para obtener finalmente el apoyo
directo del gobierno y concluir la obra. Hoy este museo, se mantiene con
ingresos propios, generando más recursos que gastos.
IMAGENES DEL MUSEO DE LAS TUMBAS REALES DE SIPAN
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